Papilla de arroz

Consulta con tu médico.

Los cereales para bebé puede introducirse entre los cuatro a seis meses de edad, dependiendo de las recomendaciones de tu pediatra. Algunos suelen esperar a que el bebé haya iniciado con frutas y verduras, y los introducen posteriormente, alrededor de los siete meses de edad. Los primeros que se introducen usualmente son el de arroz y avena, por ser mejor tolerados.
Los cereales de bebé comercializados son precocidos, están fortificados con hierro y adicionados con otros micronutrimentos, así que si estás considerando preparar tu papilla en casa, consulta con tu médico sobre otras fuentes de hierro para tu bebé y sus necesidades específicas.
El arroz tiene propiedades astringentes, es por ello que el agua de arroz se utiliza en casos de diarrea. Si tu bebé padece estreñimiento evita las papillas de arroz.
Para prepararlo de forma casera puedes usar arroz blanco, pero si utilizas arroz integral te aseguras que tendrá mayor cantidad de nutrimentos.

  • Pon en la licuadora 1/4 de taza de arroz y licua hasta que se pulverice.
  • Pon a calentar una taza de agua en un recipiente pequeño. Cuando suelte el primer hervor baja la flama y añade el polvo de arroz. Revuelve constantemente hasta que se absorba el agua (unos cuatro a cinco minutos).
  • Para preparar tu papilla puedes añadir agua, leche materna o fórmula hasta darle la consistencia deseada. Cuando tu bebé crezca podrás combinar este cereal con puré de fruta o verdura.

Información nutrimental: El arroz es un cereal que aporta energía a través de hidratos de carbono principalmente, y proteína. Cuando lo consumes en su forma integral es una buena fuente de fibra. Contiene además vitamina B, magnesio, potasio y fósforo. Su contenido de sodio es bajo.

Salud Dental para Bebés



La dentición


Los primeros dientes de tu bebé comenzarán a aparecer entre los cuatro y seis meses de edad. Aunque algunos bebes nunca experimentan molestias, la mayoría si mostrará incomodidad en algún grado. Los síntomas comunes de la dentición incluyen irritabilidad, babeo, encías rojas o inflamadas, alguna erupción/rash en la piel alrededor de la boca causada por el aumento de humedad por el babeo, despertar más a menudo por la noche, e irritabilidad a la hora de comer.

Tu bebé también podrá querer morder más cosas, pues esto ayuda a reducir el dolor por la erupción dental y también ayuda al mismo diente a salir de la encía. Los juguetes de goma y mordederas son ideales para esto, sobre todo si los pones en el congelador 10 minutos para que el juguete frío adormezca las encías del bebé. También funciona bien usar un trapo humedecido con agua, torcido y puesto en el congelador. Es importante que ningún juguete o trapo estén fríos en exceso ni completamente congelados pues pueden irritar la piel de tu bebé, que es muy delicada aún. En casos en que tu bebé aparezca bastante irritable, con encías visiblemente inflamadas en una zona localizada, existen pastas que contienen benzocaína (un anestésico local) para aliviar estas molestias. Como con todo medicamento, existen riesgos asociados con el uso de estos productos. Por favor consulta con tu pediatra antes de usar cualquier pasta, y sigue las indicaciones al pie de la letra.

Una vez que tu bebé tenga algunos dientes, deberás limpiarlos dos veces al día con un cepillo de dientes de cerdas suaves y de tamaño infantil (los hay con mango, o los que se ponen en tu propio dedo como guante). Antes de usarse, mantén el cepillo bajo la llave de agua un par de segundos para que las cerdas no estén secas y duras al contacto con la boca de tu bebé.

Jamás deberás usar pasta de dientes con fluoruro en bebés. Aunque los beneficios del flúor están bien probados para combatir caries dental, en bebés existe el riesgo de intoxicación si se llegan a consumir grandes cantidades de  flúor. Recuerda que el flúor se encuentra naturalmente en muchos alimentos, así como jugos, refrescos, y agua potable (dependiendo de tu localidad). La Academia Americana de Odontología Pediátrica no recomienda el uso de ningún suplemento de fluor sino hasta después de los 6 meses de edad, y estas recomendaciones varían dependiendo de tu localidad y de la presencia o no de agua potable fluorada. La pasta de dientes con fluoruro en general está reservada para después de los dos años, cuando tu bebé haya aprendido a escupir y entienda el uso correcto de la pasta. Con tu bebé menor de dos años, puedes usar “pastas entrenadoras”, que son seguras si se ingieren pues no contienen fluoruro, y van acostumbrando a tu bebé (y a ti) a la rutina de limpieza y al sabor de la pasta. Sólo necesitas usar una porción del tamaño de medio chícharo.



Ahora que tu bebé tiene dientes, ¿cuando se recomienda la primer visita al dentista?

La Academia Americana de Odontología Pediátrica recomienda que todos los bebés sean examinados por un dentista a los seis meses de la erupción del primer diente, y nunca más tarde del primer cumpleaños.

El primer examen es un chequeo de rutina completo. Aunque es un examen muy rápido, un odontopediatra esta entrenado para, en apenas unos momentos, examinar la secuencia de erupción dentaria normal, presencia de caries u otros problemas de las mucosas o relaciones esqueléticas, etc. Típicamente, este primer examen no requerirá de la toma de radiografías. Una vez realizado el examen, tu dentista te explicará sus hallazgos, y te mostrará cómo limpiar los dientes de tu bebé adecuadamente. También te explicará los beneficios de los buenos hábitos alimenticios, y te educará sobre como promover una buena salud dental desde el principio.

Dra. Melisa Burton

Director of Clinical Utilization, Clinical Assistant Professor
University of Illinois at Chicago College of Dentistry

Tips para tus papillas hechas en casa


Si estás comenzando a darle papillas a tu bebé y has decidido prepararlas en casa aquí algunos tips:

  • Lava previamente la fruta o verdura.
  • Pon a cocer las frutas o verduras de preferencia al vapor para que conserven sus nutrimentos. 
  • Si no tienes una vaporera, puedes utilizar una rejilla para cocer a baño maría dentro de una olla pequeña.
  • Coloca sólo unos cuantos centímetros de agua y siempre tapa la olla durante el proceso de cocción.
  • No dejes tu fruta y verdura cocerse de más, el punto ideal es cuando las puedas picar con un tenedor, pero que no estén aguadas.
  • Puedes utilizar un procesador o una licuadora para hacer el puré.
  • Para darle una consistencia más suave a tu papilla, puedes añadirle el agua que quedó en la olla (este líquido conserva nutrimentos también), leche materna o fórmula.
  • Si quieres que tu papilla esté más espesa puedes añadirle un poco de cereal de bebé. 


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Dra. Ana Greene Gondi
Médico especialista en Nutrición Clínica y Educación Perinatal

¿Cuánta leche es suficiente para mi hij@?


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La leche materna o fórmula infantil es el alimento básico de los bebés durante los primeros cuatro a seis meses de vida. Durante esta etapa no necesitan ningún  otro líquido o alimento adicional, salvo por prescripción médica. 
Al inicio de la vida, la lactancia suele ser a libre demanda (cada vez que el bebé muestra signos de hambre) y al cabo de unos meses tu bebé y tú pueden ir estableciendo horarios para comer. En los primeros meses los bebés consumen alrededor de 24 onzas al día, progresando hasta 32 onzas a los seis meses. Hasta el año de edad la leche materna o la fórmula infantil continúan siendo parte importante de su alimentación.
A partir del año puedes introducir leche entera, y es recomendable que utilices leche entera hasta los dos años de edad. A partir de los dos años puedes cambiar a leche semidescremada o descremada. 
Del año de edad hasta los nueve años los niños deben tomar dos tazas de leche al día (alrededor de 16 onzas). A partir de los nueve años la recomendación son tres tazas al día.
La leche es un alimento importante en nuestra dieta ya que es una rica fuente de proteína, hidratos de carbono, grasa, calcio y vitamina D. Sin embargo, si tu hijo toma leche de más, está dejando de comer otros alimentos que son esenciales para su crecimiento y desarrollo. Asimismo, si a tu hijo no le gusta la leche, puedes probar otras alternativas como el yogurt.

Dra. Ana Greene Gondi
Médico Especialista en Nutrición Clínica y Educación Perinatal

Consejos para suspender la lactancia o biberón

La suspensión de la lactancia o destete puede realizarse de forma gradual o definitiva. Si lo puedes hacer de forma gradual mucho mejor para ti y tu bebé, así tus senos no se congestionarán tanto porque poco a poco irás produciendo menos leche, y tu bebé irá comprendiendo que ya no tomará de tu seno con tanta frecuencia. Quita una de las tomas que sueles darle durante el día y cada semana ve quitando una toma. Lo importante es ser firme y no volver a darle con la misma frecuencia. Explícale a tu hijo tus motivos por los cuales ahora tomará menos leche de mamá. El destete es todo un proceso y puede ser un poco más difícil entre más prolongada haya sido la lactancia, y por lo mismo, hay que tener mucha paciencia. 
Recuerda que la succión que realiza tu bebé en tu seno en cada tetada desencadena la señal hormonal para empezar a producir leche, por eso entre más le des, más produces, entre menos le des, menos produces. Si sientes que se te llenan mucho tus senos, aplícate fomentos fríos durante unos minutos (una bolsa con hielos, un apósito de gel frío u hojas de col frías). La aplicación de frío en la zona hace que se descongestionen vasos y conductos. Si tus senos están muy llenos, y la suspensión de la lactancia será gradual, puedes extraerte de forma manual (con las manos limpias, más no con extractor) un poco de leche mientras te das un regaderazo de agua tibia. Extrae sólo la leche necesaria para que se vacíen un poco tus senos y sientas alivio. Después puedes aplicar tus apósitos fríos. Siempre debes estar pendiente si tus senos se ponen rojos, calientes, muy dolorosos, te da fiebre o aparece alguna bolita en alguno de tus senos. Si es así debes consultar con tu médico porque pueden ser síntomas de una mastitis.
Otra opción es que preguntes a tu médico si puedes tomar algún analgésico para aliviar las molestias o sobre algún medicamento para suspender la lactancia de forma definitiva. Si decides realizar el destete de forma definitiva, puedes vendarte los senos para comprimirlos y no permitir a tu bebé acceso al seno por ningún motivo. Deberás estar pendiente si se te congestionan mucho y en ese caso aplicar apósitos fríos (sin dar masaje ni sacarte leche) y pedir a tu médico que te prescriba algún analgésico-antiinflamatorio.
Recuerda que puedes continuar la lactancia materna el tiempo que quieras sin ningún problema, siempre y cuando la alimentación complementaria de tu hijo sea la adecuada para su edad. La Organización Mundial de la Salud establece que puedes continuar con la lactancia materna incluso más allá del año de edad si el niño y la mamá así lo desean.

Dra. Ana Greene Gondi
Médico especialista en Nutrición Clínica y Educación Perinatal